Mírame, mírame, "má"

Cuando yo vi tus ojos
asomarse a los míos,
me dio un escalofrío de felicidad
y privá del sentío
viene ar suelo a parar.

Ahora comprendo, sentrañas,
que hasta no ver tus pestañas
tenía yo telarañas
en el corazón.

Ole con ole, mocito,
ole, tus ojos negritos,
lo boni..., lo bonito, bonitos que son.

Cariño, por tu salud,
mírame y mírame má,
mira que si no me miras
la carne yo a tiras
me voy a arrancar.

Que yo no tengo otra luz
mas que la de tu mirá,
y si me dejas a oscuras
haré una locura que va a ser soná.

Mírame, mírame,
y después a rabiar, quiéreme,
con igual frenesí,
que te miro y te quiero yo a ti.

A oliva y a castaña
por tus ojos rajaos,
que los llevo clavaos
en mi galochí
y que me han enseñao
a llorar y a reír.

Viva, que vivan tus clisos,
que son pa mí er paraíso,
y que porque Dios lo quiso,
los vi y me morí.

Ole tus ojos, moreno,
qué mandaíto veneno,
ay, qué bueno, qué bueno, qué bueno pa mí.

¡Ole ya, ole ya, ole ya!
No me dejes, mi vía, por Dios, de mirar.