Navidades en trío

Rocío Jurado y Pedro Carrasco: Primeras Navidades con la niña.

«Pasaremos estas fiestas con mi madre, que está reponiéndose de una reciente operación»

En el hogar de Rocío Jurado y Pedro Carrasco estas navidades van a ser distintas por una sencilla razón: la pequeña Rocío, hija del matrimonio, de siete meses de edad, va a aportar una alegría casi recién nacida que va a hacer que estas fiestas sean aún más entrañables si cabe.

«He dejado todos los proyectos de trabajo que tenía para poder pasar Navidad, Año Nuevo y Reyes con toda mi familia en Chipiona, al lado de mi madre que, como saben, está reponiéndose de una operación de la que ya se encuentra mucho mejor».

A punto hemos estado de ver a Rocío en la pequeña pantalla en el programa de fin de año, pero por discrepancias habidas en los planteamientos de unos y otros, Rocío no aparecerá este año. «Me han ofrecido un tipo de programa que no me ha gustado, por lo que he decidido no hacerlo». Rocío conoce su trabajo a la perfección y sabe muy bien lo que quiere, por eso no hace cualquier cosa que no esté dentro de la idea de lo que ella quiere.

«Imagínese que llevo ya tres años sin aparecer en televisión. Con esto ya está todo dicho, mi arma».

Las fiestas son unas fechas entrañables, nostálgicas y familiares para todos. Por supuesto también para Rocío Jurado. Pero nos confiesa que en ocasiones se ha sentido muy triste. «Es que rara vez las he podido pasar en familia» —comenta—. Recuerda con tristeza las noches de fin de año a bordo de un avión, tomando doce sorbitos de champán en lugar de uvas, delante de un mapa de España abierto sobre sus rodillas... Porque Rocío es una mujer enormemente romántica y sentimental.

«Quiero que escriba que aprovecho este reportaje para felicitar a toda España y desearle paz y prosperidad, que es lo que siempre he querido»

«Si no te las tomas así, hija mía, te entra la depresión».

Arrellanada en su sillón, Rocío piensa en el año que ya está dando sus últimas boqueadas. En un rincón la pequeña juega con su padre, ignorante todavía de la dura realidad de la vida. Esta pequeña que durante estas fiestas, va a ser la alegría de la casa, de toda la familia con sus risas inocentes y juegos pueriles. Ajena a los «flashes» del fotógrafo y a todo lo que pasa a su alrededor, juguetea con las guirnaldas del árbol, totalmente nuevo a sus ojos.

Pedro bromea con ella: «Hija mía, ¡qué guapa estás! ¿No te van a poner las pestañas postizas para la foto?». Y la niña sonríe sin comprender.

De vez en cuando; Rocío emerge de sus profundos pensamientos.

«Quiero que escriba que aprovecho este reportaje para felicitar a toda España y desearle paz y prosperidad, que es lo que siempre he querido».

«Hija mía de mi arma, qué tiempos tan difíciles..., pero estoy segura de que nuestra España sabrá salir a flote como siempre lo ha hecho aun en los momentos más problemáticos».

Rocío es una mujer que siente la humanidad profundamente. Siempre ha considerado de la misma forma a todas las personas por eso, por el hecho de ser personas. «Yo, lo único que pido es que haya paz y salud para todos».

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