Gloria Ramírez

Con la paciencia de los santos
vivía Gloria Ramírez,
pero los ríos de su llanto
eran dos Guadalquivires.

El marío que es buen mozo
se lo echaron a perder,
unos ojos venenosos
en la Venta del Clavel.

Y aunque estaba muerta en vía,
de rumbo de gran señora,
cuántas penas socorría
su mano remediaora.

Quién será el que no llore y suspire
por las ducas de Gloria Ramírez.

Como tú eres la flor del trigo,
canela en rama,
de los cielos tendrá el castigo
quien no te ama.

Tu mata de pelo endrina
por el mucho padecer,
con hilos de plata fina
ya comienza a amanecer.

Déjalo que se despierte
y en otro espejo se mire,
y a la horita de la muerte
llore por verte, llore por verte, Gloria Ramírez.

Pero una noche ardió la Venta
por tós los cuatro costaos,
Gloria Ramírez no echa cuenta
de la cruz que le han quitao.

Negro luto en el vestío,
sin aliento el corazón,
de la suerte del marío,
nadie da la explicación.

La justicia por su mano
aquella noche sin luna,
le hizo el juego soberano
igual que Fuenteovejuna.

Con el tiempo vendrá quien suspire
por la gloria de Gloria Ramírez.

Como tú eres la flor del trigo,
canela en rama,
en la puerta de tu postigo
mi amor te llama.

Tu mata de pelo endrina
toíto el mundo la ha de ver
con rosas y clavellinas
nuevamente florecer.

Que tu gloria se despierte
y en otro espejo se mire,
que hasta er día de la muerte
voy a quererte, voy a quererte, Gloria Ramírez.